Story

Tomando su nombre de la trepidante emoción del legendario juego de cartas, deja que la Diana F+ Black Jack sea tu mano ganadora mientras te embarcas en un viaje inolvidable de fotografías impresionantes. Esta cámara audaz apuesta todo a la captura de los momentos más extraordinarios de tu vida. Con cada clic del obturador, sentirás la euforia del azar mientras tus imágenes se transforman en una mazo ganador de recuerdos, listo para ser revelado. ¡Es hora de jugársela!

La primera dama de Lomo, la cámara Diana F+ y su flash, es realmente preciosa, tanto por fuera como por dentro. Con estilos retro muy bonitos, esta cámara de formato medio incluye un montón de posibilidades creativas que te inspirarán siempre. Produce imágenes impresionantes y lo-fi. Con esta cámara puedes obtener 12 imágenes cuadradas de fotograma completo, o 16 un poco más pequeñas, en un rollo de película 120. Además, puedes quitarle el objetivo y experimentar con el estilo pinhole gran angular o acoplarle el flash Diana F+ con lentes y accesorios Diana adicionales para obtener resultados maravillosos. ¡Para disfrutar de incluso más diversión, este paquete incluye el flash Diana+ y un conjunto de filtros de gel de colores para iluminar tus imágenes y llenarlas de color!

Un culto a lo clásico

Principios de la década de los 60. Las minifaldas empezaban a estar de moda y la Beatlemanía estaba conquistando el mundo. En una pequeña fábrica de Kowloon Bay, Hong Kong, había ingenieros creando una camarita que cambiaría la imagen de la fotografía para siempre.

La cámara Diana era la definición exacta de lo-fi. Tenía un objetivo de plástico que producía bordes brillantemente borrosos y con un viñeteado muy suave, todo junto a una carcasa que provocaba filtraciones de luz y marcas de agua. Cada captura era impredecible, llena de imperfecciones analógicas preciosas. Su belleza única la envió a lo más alto; el fotógrafo profesional Mark Sink la usó para fotografiar a Jean-Michel Basquiat, Grace Jones e incluso al inimitable Andy Warhol.

Pero bueno, ya sabes lo que dicen, que "nada dura para siempre", y, a finales de la década de 1970, la producción de la Diana empezó disminuir y finalmente cesó. Sin embargo, el encanto único de esta belleza lo-fi de 1960 siguió viva. Cuando nos hicimos con una, allá por el año 2000, no nos lo podíamos creer. Vimos las imágenes tan impresionantes que producía y nos pusimos a trabajar en una versión nueva. En 2007, añadimos la Diana F+ a nuestra colección de cámaras creativas que no para de crecer.

Mantuvimos los colores fuertes y saturados con viñetas suaves que nos había enamorado en la original y añadimos un poco de amor Lomográfico: modo Bulb para las exposiciones largas, posibilidad de hacer exposiciones múltiples y obtener efectos increíbles, la posibilidad pinhole (estenopéica) para experimentar sin objetivo. Ahora puedes proyectar esta estética inigualable en diferentes formatos: 35 mm, 120, 110 y fotografía instantánea.